Con un variado repertorio, registros altos y un poderío extraordinario en los cantes libres, Miguel de Tena se entregó literalmente al público solanero, ya que cantó en función de los gustos del respetable. Así lo indicó, momentos antes de salir al escenario, a la emisora municipal Radio Horizonte. “Me gusta siempre observar las reacciones del público para saber si le gusta el flamenco más puro o menos puro”.
Reconoció que le gustan muchos palos del flamenco, recalcando “la variedad de fandangos que hago cuando me salgo del micro y hago el triple salto mortal”. Junto al maestro de Ruecas, actuó Chaparro de Córdoba a la guitarra, además de Tolo Escabias y Alfonso León con el coro y palmas, habituales en sus últimas grabaciones.
Con una dilatada trayectoria, ha conseguido numerosos premios, entre ellos la Lámpara Minera del Festival Internacional de Cante de las Minas de La Unión. También ha grabado varios discos como‘Vaivén’, ‘Fandangos de Cacería’, ‘A porta gayola’ o ‘Añoranzas’, entre otros.