El festival Oasis Sound ha cerrado su tercera edición con un éxito indiscutible, superando todas las expectativas tanto de los organizadores como del público asistente. Durante las tardes-noches del viernes y el sábado el ambiente fue vibrante, la organización impecable y las actuaciones estelares han consolidado a Oasis Sound como un acontecimiento de referencia en el panorama musical español. Entre los conciertos más destacados, La Oreja de Van Gogh fue el reclamo de cabecera y logró reunir a cerca de 4.000 espectadores en el escenario principal para emocionar con sus clásicos, generando una gran conexión única con el público.
Durante los dos días también desfilaron bandas de la talla de Delaporte, Siloé, Veintiuno, Mälmo 040, HeyKid o Dorian, entre otros talentos del universo indie, que también hicieron vibrar a los fans y dejaron su huella en el escenario, pero también en el corazón y en el gusto musical la inmensa mayoría de los seguidores.
Los organizadores se abrazaban incrédulos y boquiabiertos por lo que había pasado, y la frase “hemos hecho historia” resonaba entre los camerinos y los escenarios.
Muchos de los artistas destacaron el “trabajazo del equipo organizador” y la pasión por detalles que “hacen de Oasis Sound una experiencia más allá de lo musical”. Mälmo 040 subrayó la importancia de apoyar a las bandas, algo que la música puede estar dando más de lado por los éxitos de cantantes individuales. Además, el festival contó con una amplia oferta de puestos de productos variados y una amplia selección de foodtrucks, que ofrecieron una gastronomía diversa y de calidad.
El ambiente fue grande desde el primer día, con un público muy animado y completamente entregado en cada uno de los tres escenarios habilitados, cada cual jaleando a su grupo preferido o simplemente conociendo otras formas de hacer música. La emisora municipal pudo hablar con gente llegada desde La Coruña, Valencia, Madrid o Andalucía, aunque había gente llegada desde prácticamente todos los puntos de España, muchos de ellos haciendo noche para vivir el festival al completo. También acudió mucha gente de la comarca y provincia, incluyendo una gran afluencia de solaneros, tal como destacaban los organizadores, plenamente satisfechos por el resultado general. “Se han superado todos nuestros objetivos para esta tercera edición”, nos decían. La asistencia ha superado las cifras de las dos ediciones precedentes y la satisfacción tanto del público como de los artistas ha sido unánime, resaltaban. Este éxito reafirma el compromiso del festival para seguir creciendo y mejorando en ediciones futuras.
Y es que los organizadores ya están pensando en la cuarta edición, para la que prometen más sorpresas y novedades a fin de seguir ofreciendo una experiencia inolvidable a todos los amantes de la música. Ha quedado claro que es posible combinar buena música con una óptima organización y un ambiente ideal para crear un evento que queda grabado en la memoria de todos los asistentes.