Numerosos padres, incluso abuelos, se dieron cita en la parroquia de Santa Catalina, participando en la misa, en la que realizó la introducción un niño que actualmente es monaguillo en la Iglesia de Santa María y que fue bautizado este mismo año.
El oficiante, párroco de Santa Catalina Benjamín Rey, había preparado una homilía muy especial, colocando en el altar mayor diversos símbolos del bautismo, como una pila del agua bendita y el cirio pascual. Además, realizó distintas comparaciones con una flor que introducía en el agua y volvía a sacarla, en recuerdo de quienes utilizan a la Iglesia cuando les conviene a sus intereses. Señaló que, para que la flor no muera, tiene que estar siempre en contacto con el agua, como los creyentes con la Iglesia. Otro símbolo que utilizó fue una piedra, que introducía asimismo en el agua, saliendo mojada, pero si se partía por dentro, dijo, estaba seca.
A lo largo de la celebración fueron presentados al oficiante un biberón de los que utilizan los pequeños en los primeros meses de vida, así como un bordón de peregrino pequeño y el pan y el vino de la consagración, siendo entregado por padres de los recién bautizados.
El coro de la Iglesia de Santa María participó con sus cantos en la parte musical de la misa, entregándoles al final de la misma un detalle el presidente de la Hermandad de Santiago, Valeriano Jaime.
Al finalizar la misa y ante la imagen del Apóstol, rezaron los padres una oración, siendo posteriormente presentados uno a uno al Patrono, además de recibir un diploma con la fecha de la presentación que les entrega la Hermandad.