El lunes pasado se celebró el Día Mundial del Suelo, un elemento vital para la agricultura y la ganadería.
No podemos perder de vista, la importante degradación que está sufriendo. Apenas queda superficie cultivable en el mundo, lo que conlleva a la pérdida de productividad agrícola, por lo que será muy difícil alimentar a todos los habitantes del mundo.
Su buen uso, será un eje primordial de la nueva PAC.
El sector no puede pretender producir contaminando los suelos, hay que adaptarse a las nuevas condiciones que vendrán impuestas, más exigentes, más respetuosas y más tecnológicas.
Fertilizar el campo es esencial para producir alimentos, pero nos toca controlar el uso de fertilizantes inorgánicos y orgánicos como estiércoles, purines , lodos de depuradora, y otros nutrientes procedentes de materias recicladas orientando todo hacia una economía circular.
Las propias industrias de fertilizantes también tendrán que realizar su conversión obteniendo abonos nitrogenados con el amoniaco, obtenido a través del hidrógeno verde.
Por otro lado, según el Real Decreto sobre nutrición sostenible de los suelos agrícolas, a partir del 1 de septiembre de 2024 será obligatorio realizar un plan de abonado, que será una sección dentro del cuaderno de campo obligatorio. En dicho documento se exigirá especificar los fertilizantes aplicados en las explotaciones y tendrá que estar firmado por un técnico competente.
Con esta nueva normativa, se logrará reducir la utilización de fertilizantes sin bajar la productividad de la tierra a través de un manejo más eficiente, manteniendo la materia orgánica de los suelos, reduciendo los gases del efecto invernadero y amoniaco, y evitando contaminación de aguas subterráneas.
¿A qué nos obligarán?.
- A registrar las operaciones de aportes de nutrientes y materia orgánica al suelo agrario, en el cuaderno de campo.
- A realizar análisis de suelos.
- A limitar el uso de urea en el suelo.
- A utilizar abonos nitrogenados en periodos controlados, habrá momentos en los que no se puedan aplicar.
Todas estas obligaciones cuentan con ventajas colaterales para el campo, el ahorro de costes, además de un mayor cuidado del medio ambiente.
Las dosis de fertilizantes que se aplicarán en el futuro serán lo más ajustadas posibles a las necesidades reales de los cultivos y habrá menos contaminación por nitratos en las aguas españolas.
La salud de nuestros suelos es el corazón de la agricultura, por eso, la nueva PAC y los eco regímenes van a estar muy ligados a cómo el agricultor maneje los nutrientes en el suelo.