El invierno seco y la primavera húmeda pronosticaron una buena cosecha, con un mes de mayo en el que el campo brotó con fuerza. Pese a las duras condiciones climatológicas que se han vivido durante el verano, se espera una uva de calidad durante la campaña de vendimia. El tamaño de la uva es menor que el de cosechas anteriores, aunque los rendimientos están siendo buenos. Esto supone un incremento del orujo y una bajada en la cantidad del mosto que se extrae. “La uva está entrando con 13,5 grados aproximadamente”, declaró el presidente de la cooperativa solanera, que durante estos días ha molturado unas 35 toneladas de moscatel y 115 de chardonnay. Tras la recogida de estas variedades, comenzarán con otras como el sauvignon blanc y el tinto de la zona.
La Solana es una zona de secano con escasos parajes de regadío en su término municipal. Las olas de calor y las escasas precipitaciones han producido una merma de cosecha de entre el 30-40% en las variedades tradicionales de secano. “El tinto está muy sufrido y prácticamente listo para recoger”, explicó Martín-Zarco. La merma en viñas de regadío se asemeja a lo planteado en la mesa sectorial vitícola celebrada recientemente, “estas explotaciones tendrán entre un 12% y un 15% menos que el año pasado”. La previsión de cosecha que hacen dese la Cooperativa Santa Catalina se sitúa entre 30 y 32 millones de kilos. “Todo esto estará condicionado por la tablilla y el precio que la cooperativa ponga a la uva”, manifestó el presidente.
Esta reducción de cosecha debe condicionar una subida de los precios de la uva. A esto se le suma la situación que vivimos en la actualidad de inflación en los precios de la energía, carburantes, abonos y productos fitosanitarios. “Todo se ha incrementado en un porcentaje alto y hay que sumarle la merma de la producción, esto se debe traducir en un aumento de precio”, remarcó Martín-Zarco.
La campaña arrancará en su totalidad cuando comiencen a recolectarse las variedades autóctonas, como el airén. “Para este fin de semana se prevén una bajada de temperaturas, que vendría muy bien a la uva, además de alguna precipitación”, esto permitiría que se mejorase su producción y calidad, aunque “todo dependerá de la meteorología de finales de agosto e inicios de septiembre”, comentó.
La moda de los varietales
La producción de vino de variedades poco comunes en nuestra zona se está incrementando. Verdejo, moscatel, chardonnay, o suavignon blanc, son algunos de los ejemplos que bodegas y cooperativas molturan cada campaña. “Estos caldos tienen buen tirón de mercado y se vendieron prácticamente al finalizar la pasada temporada”, destacó el presidente, aunque algunas de ellas tienen cierta recesión. La cooperativa parte esta cosecha con las reservas del año anterior prácticamente liquidadas, a excepción del tinto, que ha visto reducido su consumo.
La producción ecológica en auge
Cada vez más son los agricultores que se aventuran a apostar por viñas ecológicas. La producción de esta clase de caldos se ha visto incrementada en los últimos años en la Cooperativa Santa Catalina. “En la actualidad supone entre un 15 y un 20 por ciento del total de cosecha”, explicó el Martín-Zarco. Esta uva le ha permitido a la entidad recoger numerosos galardones en concursos internacionales, en los que sus vinos ecológicos de la marca ‘Campechano’. “Cuesta abrir mercado, pero estos productos se defienden cada año mejor”, concluyó el presidente.