viernes. 22.11.2024

Las monitoras de los cursos, Marisa Morote, de yoga y taichí, Thais Romero, de aeróbic, y Alfonsa Vinuesa, de baile activo, bailes latinos y flamenco, mostraron su satisfacción por haber podido celebrar los mismos con normalidad, gracias a la relajación de medidas por la pandemia. Una situación que ha afectado a la afluencia de alumnos en diversos momentos.

La muestra comenzó con el grupo de yoga y taichí. Las almas asistentes pudieron relajarse con esta primera exhibición. “Eliminar energía gastada y recoger nueva, para estar más vitales y sentirnos mejor” explicó Morote. Uno de los objetivos principales de las disciplinas de yoga y taichí es la relajación de cuerpo y mente para estar mejor con uno mismo. Este año la monitora ha contado con un grupo de alumnos más reducido que en curso anteriores. “Ha bajado un poquito, pero hay un número razonable de alumnos fieles, que ronda las cuarenta personas” declaró Morote.

A ritmo de step, zumba, bailes latinos y flamenco

Continuaron el acto las alumnas de bailes latinos, que se movieron a ritmo de samba y chachachá. La monitora de estos cursos, Alfonsa Vinuesa, tiene un grupo consolidado de alumnas que “renuevan año tras año, con alguna nueva incorporación” explicó. Para el festival prepararon un variado programa de bailes de distintos estilos con músicas actuales y más clásicas. Entre estos destacan los ya mencionados, las sevillanas, el funky, o la rumba. Las participantes ofrecieron un gran despliegue de atuendos y estilos de baile. “El baile activo estuvo más flojo en el primer cuatrimestre por temas de Covid, pero ahora se ha animado más la gente” comentó Vinuesa.

A ritmo de step y zumba bailaron los alumnas de Thais Romero, monitora de aeróbic. “Somos pocas en el escenario, porque a muchas alumnas no les gusta actuar en público” explicó Romero. La actividad física sirve como remedio para el estrés y despejar la mente. “Cuando entran a clase tiene que ser una vía de escape de los problemas de la vida”, comentó. La pandemia ha sido una cruz para las distintas clases y ha condicionado el trascurso de los mismos. “Cuando subían un poco los casos muchas usuarias dejaban de venir, y una vez se relajaba la situación volvían” declaró la monitora.

            Luis Romero de Ávila, concejal de Cultura, fue el encargado de presentar el acto en el que señaló la importancia de tres cosas fundamentales e imprescindibles de las que presume la UP: “La primera, las directoras, otra los usuarios, y por último, los grandes monitores y monitoras que hacen una labor enorme por la misma”. El concejal agradeció el esfuerzo y la persistencia de todas las personas que hacen posible los distintos cursos de la Universidad Popular solanera.

La UP de La Solana cerró el curso a ritmo de bailes activos, latinos y flamenco