lunes. 28.04.2025

Este sábado, 26 de abril, el Colegio Salesiano Hermano Gárate de Ciudad Real ha acogido un emotivo reencuentro de antiguos alumnos en homenaje a los jesuitas y a los profesores que impartieron docencia hasta 1986. La jornada ha sido un recuerdo lleno de gratitud hacia quienes dedicaron su vida a la formación de generaciones de jóvenes ciudadrealeños.

El acto ha contado con la participación de Francisco Rico Pérez, coordinador del Museo Ángel Ayala, de Maite Gómez, representante de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), y del diputado nacional por Ciudad Real, Ricardo Chamorro, quien quiso sumarse a este homenaje destacando la importancia de recuperar y reivindicar la memoria de figuras como la del padre Ayala.

Asimismo, han estado presentes el responsable de los jesuitas en España, el padre Antonio Puigrois, junto a varios jesuitas que se sumaron al homenaje, reforzando el significado de este emotivo encuentro.

La jornada comenzó con una solemne Eucaristía, celebrada en el Colegio Salesiano, a la que asistieron el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, miembros de la corporación municipal, el diputado nacional Ricardo Chamorro, Rafael Ayala, sobrino-nieto del padre Ayala, familiares y numerosos antiguos alumnos.

Tras la misa, el acto central de homenaje se trasladó al Hotel Guadiana, donde se rindió homenaje a los profesores y alumnos que pasaron por las aulas del colegio durante décadas, y se evocó el legado educativo y espiritual de los jesuitas en Ciudad Real.

Además, se recordó especialmente la figura del padre Ángel Ayala Alarcó, nacido en Ciudad Real y actualmente en proceso de beatificación, considerado uno de los grandes impulsores de la formación católica y pedagógica en España. Su legado, profundamente ligado a la educación en valores y a la fundación de instituciones como la ACdP, sigue plenamente vigente.

¿Cómo era el padre Ayala?

El padre Ángel Ayala era un sacerdote de mirada serena y voluntad firme, que supo ver en la educación el mejor instrumento para transformar la sociedad. Formador de generaciones de católicos comprometidos, su vida fue testimonio de entrega a la causa de Cristo y de la Iglesia. Su proceso de beatificación invita hoy a redescubrir su figura y su obra, más actuales que nunca en una sociedad que necesita referentes sólidos.

Emotivo reencuentro en el colegio salesiano Hermano Gárate