Los inversores han empezado a acordarse del campo, una parte que estaba muy olvidada.
La incertidumbre económica dispara la compra de fincas rústicas, despertando su interés buscando diversificar sus activos.
Una nueva tendencia que dominará la economía mundial en el futuro, activos simples, que no puedan sufrir la devaluación de una divisa, la quiebra de un banco, acciones de bolsa, criptomonedas…, por lo que será un valor seguro para invertir.
Las continuas presiones globales también pondrán en mayor valor la agricultura, siendo inversiones que generarán mucha rentabilidad, con el retorno de la inversión.
Seguramente se nos pasarán por la cabeza las siguientes preguntas:
¿Es una buena idea? ¿Es un modelo rentable? ¿Si o no?
Lo más importante es elegir bien qué vamos a plantar para obtener los máximos beneficios, para recuperar en el menor tiempo posible el dinero invertido. El pronóstico es muy bueno, mayores beneficios, mayores ingresos que gastos, por lo que a mayor riesgo, mayor rentabilidad.
El instinto actual es apostar por cultivos superintensivos o en seto gracias a la rápida entrada en producción, reducidos costes, total mecanización, rápida recuperación de la inversión y alta producción del cultivo.
Perspectiva y oportunidades del sector:
OLIVAR SUPERINTENSIVO
En regadío.
Esta técnica consiste en la puesta de olivos en marcos reducidos formando líneas de plantación en forma de seto. Esto nos permite introducir mayor número de pies, mejorar la mecanización y reducir costes, repercutiendo en una mayor rentabilidad.
Estos cultivos tienen una rápida entrada en producción y los rendimientos se sitúan en los primeros años entre 10.000 y 12.000 kg por hectárea y año, permitiendo recuperar la inversión en pocos años (de 3 a 5 años).
Lo más importante es elegir bien la variedad, que sea la más adecuada a la zona. En la nuestra: arbequina, es la ideal. También están arbosana, lecciana, koroneiki, oliana y sikitita.
ALMENDRO SUPERINTENSIVO
En secano y en regadío.
Igual que en el olivo.
Inversión recuperada en 5 años.
Por hectárea se obtienen medias superiores a los 2000 kg al año.
La elección de la variedad será fundamental: penta, avijor, soleta o vialfas.
PISTACHO
En secano y en regadío.
Requiere una alta inversión inicial, siendo rentable con beneficios a medio y a largo plazo.
Castilla- La Mancha tiene buenas condiciones climáticas para el desarrollo del cultivo.
Se podría considerar como un plan de pensiones, por el elevado precio de venta del fruto 6 €/ kg con producciones medias de 1.000 kg por hectárea.
Una vez establecido el cultivo, la tendencia es al cambio a ecológico, para vender el fruto más caro.
PLANTAS AROMÁTICAS
Cultivos rentables, sostenibles y subvencionables. Con un elevado precio de venta, siendo el destino principal el de esencias y aromas para la perfumería.
Diversificar es la clave para impulsar el desarrollo de la economía rural.