Según precisa el DOCM, esta iglesia está fundada sobre una pequeña capilla de planta rectangular que ya existía en 1243. Creada por la Orden de Santiago, se puede apreciar su impronta en la cruz-espada característica de los caballeros santiaguistas en los frontones del templo.
La traza actual data del siglo XV, su mayor parte es de los siglos XVI y XVII, con predominio de estructuras renacentistas. Sufrió varias reformas hasta el siglo XVIII.
En el exterior presenta dos pórticos de entrada. El principal, orientado al mediodía, es una portada renacentista de dos cuerpos. El material de sus columnas es de roca arenisca en jaspeado precioso que aparenta ser de mármol.
La otra puerta más sobria, orientada al norte, posee un sencillo arco conopial. El interior, de una sola nave con crucero abovedado y planta de cruz latina de brazos cortos, es de gran valor artístico por sus retablos y órgano.
El interior, de una sola nave con crucero abovedado y planta de cruz latina de brazos cortos, es de gran valor artístico por sus tres retablos y el órgano.
El retablo mayor, una de las pocas muestras de estilo manierista en nuestra región, restaurado durante el año 2021, ocupa la zona central del presbiterio, estando dedicado a la coronación de María.
A ambos lados del crucero existen dos retablos de indudable mérito formados por un cuerpo bajo de tres calles con hornacina en la del centro (con figuras de edad más moderna), de planta cóncava y un cuerpo alto, el ático, de forma semicircular, dividido en tres gajos, a modo de venera, el central con la escenas en relieve, con policromía sobre fondo dorado, y los laterales con motivos decorativos vegetales carnosos de gran relieve, y todo el borde rematado por dos molduras vegetales en dorado con un florón en la parte central superior.
EL ÓRGANO CONSERVA SUS PIEZAS
Decoradas con profusión de motivos decorativos en relieve, la tipología de estos retablos se corresponde con el tardo barroco clasicista. El órgano barroco, que conserva la totalidad de las piezas originales con que fue construido en el siglo XVII.
De este modo, la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Olmos, advocación dada en referencia a la abundancia de estos árboles durante la antigüedad alrededor de la población, en su edificación actual conserva la fábrica material, las pinturas del presbiterio, el retablo mayor, los retablos colaterales y el órgano de Ceballos, en el conjunto de todos estos elementos podemos conocer, apreciar y estudiar la presencia e impronta de los gustos estéticos presentes en todas sus fases constructivas, desde la tradición mudéjar hasta las concepciones barrocas, pasando por el dominio de las estructuras tardogóticas y su depuración hasta formas desornamentadas, herederas de las principales escuelas renacentistas.